Alfonso Nápoles Gándara

Alfonso Nápoles Gándara
La biografía de Alfonso Nápoles Gándara nos muestra claramente su devoción por las matemáticas.
Investigador
El doctor Alfonso Nápoles Gándara fue un ditinguido investigador cuya preocupación fundamental fue la de impulsar y mejorar el nivel matemático de nuestra sociedad.
Director
Primer Director del Instituto de Matemáticas de la UnIversidad Nacional Autónoma de México.
Beca Guggenheim
Alfonso Nápoles Gándara fue el primer matemático mexicano en recibir una Beca Guggenheim
Doctorado
Diploma de Doctorado de Alfonso Nápoles Gándara
Auditorio Alfonso Nápoles Gándara
Placa en homenaje al Dr. Alfonso Nápoles Gándara, ubicada en el Instituto de Matemáticas de la UNAM, en el edificio del Auditorio que lleva su nombre.
Doctorado
Ceremonia de entrega del título de doctorado de Alfonso Nápoles. (De izquierda a derecha: Bruno de Vecchi, María Guadalupe Lomelí, Remigio Valdés y Manuela Garín de Álvarez).

Nació el 20 de Octubre de 1897. Cuernavaca México

A 100 años de su nacimiento

Por: Santiago Ramírez

Dentro de diez días el catorece de octubre de 1997, Alfonso Nápoles Gándara habría cumplido 100 años.


Nápoles nació en Cuernavaca cuando todavía no había carretera y había que transportarse en tren, cuando todavía era presidente de México Don Porfirio Díaz.

Nápoles Gándara ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria - cuando la preparatoria incluía la secundaria - en 1910, a los trece años, y asistió a sus cursos en medio de la tormenta revolucionaria. De hecho, su hermano mayor, Francisco, murió en un asalto zapatista al tren de Cuernavaca. Terminó la preparatoria en 1915 e ingresó en 1916, a la Escuela Nacional de Ingenieros.

A partir de 1923, sin haberse recibido, Don Alfonso toma cursos en la Escuela de Altos Estudios, entre sus maestros se encontraban Antonio Caso con quién cursó Filosofía, Ezequiel Chávez con quién cursó Psicología de la Adolescencia y Filosofía de la Educación, Moisés Sáez con quien cursó Organización de Escuelas y sobre todo Don Sotero Prieto.

Sotero Prieto, 13 años mayor que Nápoles, era profesor de la Escuela Nacional de Ingenieros y propuso a Nápoles como su sustituto en 1921, Ya para entonces, Nápoles había sido bibliotecario, profesor de geografía, profesor en la Escuela Militar de Aviación y profesor en la Preparatoria. Tanto en la preparatoria como en la Esciela de Ingenieros, Nápoles impartió clases hasta 1946. También hasta 1946, fue Jefe General de las Clases de Matemáticas de las Ecuelas Secundarias.

En 1930 fue profesor, esta vez por invitación de Antonio Caso, en la Ecuela de Altos Estudios que, en 1932, se transformó en la Facultad de Filosofía y Letras y en donde se organizó una Sección de Ciencias que otorgaba los grados maestría y doctorado en la que participaba Sotero Prieto. entre los alumnos que Nápoles recordaba de aquellos tiempos, estaban Alberto Barajas y Carlos Graef.

Hasta 1939. Nápoles participó también en la fundación de la Escuela Normal Superior y fue profesor de la ESIME.

En 1939 obtiene una maestría, otorgada por la Secretaría de Educación, en Ciencias Físicas y Matemáticas y, posteriormente un doctorado en matemáticas conferido por la UNAM, doctorado que, él decía, no quería que le dieran. Sin embargo, el hecho que marcó de manera indeleble al destino de Nápoles Gándara, además de la influencia de Sotero Prieto, fue la legendaria y casi mítica beca Guggenheim que le permitió estudiar en el MIT. Dicha beca le fue concedida en 1930 y Nápoles escribe en su curriculum, en tercera persona:

"De septiembre de 1930 a enero de 1932, en Massachusets Institute of Technology, como becario de la J. S. Guggenheim Foundation, asistió y acreditó por examen catorce cursos semestrales de Matemáticas superiores de categoría A (para graduados) no tratados en México antes de 1932 habiendo obtenido en once de ellos la calificación H (pasado con honor).

Entre ellos: Geometría Diferencial, Cálculo Tensorial (Cálculo Diferencial Adsoluto), Geometría Riemanniana, Ecuaciones Diferenciales (curso superior), Series de Fourier, Cálculo de las Variaciones, Teoría de la probabilidad, Funciones de Variable Real, Geometría Algebraica y proyectiva.

Cursó además, Funciones de Variable Compleja y Métodos de la Enseñanza de las Matemáticas en Harvard University".

Además en esta mención en su curriculem, Nápoles comenta, en el informe General del Instituto desde 1942 hasta 1962, lo siguinete:

"El hecho no parece tener importancia, pero la realidad es que causó impacto en el medio científico de México por varias circunstancias: por lo rarísimo en el México de entonces (1930) de conceder y recibir becas y, ¡cosa insólita en México!, por haberse concedido la beca para el estudio en Matemáticas, habiendo como había buen número de candidatos en humanidades y otras especialidades. el hecho llamó la atención, además, porque se trataba de las dos primeras becas que se otorgaba la Fundación Guggenheim a latinoamericanos no residentes en los EU".

Cuando Nápoles regresa a la Escuela de Altos Estudios, recién transformada en Facultad de Filosofía y Letras, da dos cursos, Geometría Diferencial y Cálculo Avanzado. Según relatos Nápoles, no se dieron más porque "no había dinero". No se despertaba el gusto por las matemáticas superiores, oficialmente no se habían descubierto..."

En la Facultad de Filosofía, Sotero Prieto impartía el curso de Historia de las Matemáticas y pronto se les unió un joven ingeniero que volvía de los Estados Unidos, de nombre Baños que, con Don Sotero, empezó a impartir cursos de física.

Fue entonces, en 1934, que se unieron la Escuela de Ingenieros, la Escuela de Ciencias Químicas y el pequeño grupo de físicos y matemáticos de la Facultad de Filosofía y Letra para dar lugar a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas. Es en esta misma época, por cierto, que Sotero Prieto muere.

Peripecias más, peripecias menos, aquella Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas desapareció y lo que quedó de ella su unió con la Facultad de Ciencias Biológicas para fundar, en 1939, la actual Facultad de Ciencias encabezada por Ricardo Monges López, geólogo, con quien Nápoles, al parecer tuvo muchos conflictos. Ello no fue obstáculo para que Nápols fuera, por lo menos en dos ocasiones, director interino de la Facultad y que tuviese a su cargo el incipiente Departamento de Matemáticas. Sin embargo, el destino de Nápoles no era el de permanecer ligado a la Facultad de Ciencias.

Con Sotero Prieto y en el seno de la Sociedad Antonio Alzate, Nápoles Gándara había organizado un seminario para alumnos distinguidos. Nápoles describe al grupo como aquel en "donde se inició en México un primer paso serio en la investigación cientifica en las ciencias exactas" y en el citado informe escribe:

"Fue una válvula de escape para algunos profesores y alumnos distinguidos en las ciencias exactas. Como un oasis en la aridez del ambiente. Ahí se lograron presentar algunos trabajos de investigación original en física y matemáticas, y desarrollar varios temas de estudio superior en ambas disciplinas. Empezaba una era nueva, prometedora para la física y la matemática".

Posteriormente en 1934, se logra en palabras de Nápoles "la primera visita a México de un matemático extranjero distinguido, realizada en 1934 por el doctor Dirk J. Struik del Tecnológico de Massachusetts, a iniciativa del suscrito y como una invitación de la Secretaría de Educación Pública, para sustentar conferencias sobre cálculo tensorial y teoría moderna de la probabilidad en los seminarios matemáticos de la Academia de Ciencias Antonio Alzate".

De esta manera, con los antecedentes de la Antonio Alzate, la visita de Struik, la fundación de la Facultad, los conflictos entre Monges López y Nápoles, se funda, en 1942, el Instituto de Matemáticas. En torno a trabajos de investigación, el Instituto se organiza en tres ramas generales; matemática pura (encomendada a Barajas y a Vázquez), lógica y fundamentos (encomendada a Francisco Zubieta) y matemáticas aplicadas (encomendada a Carlos Graef).

Para 1961, el Instituto ya contaba con 15 investigadores, la mayoría de ellos formados en el extranjero: Adem, Lluis, Recillas, Torres, Vásquez, Cárdenas, Morales, Valle, Gonzálo Zubieta, Francisco Zubieta, Guadalupe Lomelí, Silvia de Neymet, Marcos y Remigio Valdés. En cuanto a las invitaciones a profesores estranjeros, las más notables fueron la que hizo, primero, a George Birkhoff y, tiempo después a Solomon Lefschetz.

La actividad consiste en "organizar asambleas nacionales de matemáticas" ocupó buena parte de los esfuerzos, aparentemente incansables de Nápoles y, en 1942 se organiza el Primer Congreso Nacional de Matemáticas en Saltillo. En esa misma reunión se le designa para presindir una comisión organizadora de la Sociedad Matemática Mexicana, misma que se funda en 1943. Resulta electo presidente, cargo en el que habría de durar ininterrupidamente desde 1943 hasta 1955 y luego de 1957 1961. A partir de 1961, es nombrado Presidente Honorario Vitalicio. En 1965, Nápoles es nombrado investigador emérito y deja la dirección del Instituto.

Nápoles publicó poco, tuvo pocos discípulos, su vida tiene un gusto anticlimático, no hay grandes gestas, no hay grandes actos de heroísmo. Se trata de un trabajo ingrato: organizar, conseguir dinero, convencer a las autoridades de entonces de que las matemáticas existían. En cierto modo la vida, la larga vida de Nápoles, tiene un gusto de tristeza, de soledad, de una convicción interior a prueba de cuanto obstáculo burocrático pudiera alzarse, una convicción interior de que algún día, estaríamos aquí como hoy estamos.

Podemos asegurar, sin la menor duda, que el destino de las matemáticas mexicanas estuvo en manos de Don Alfonso Nápoles Gándara durante, al menos, 30 años, desde 1935 hasta 1965. Y como Carlos Prieto señalo an su semblanza de Nápoles.

"Nápoles es responsable de la existencia de tres importantes instituciones académicas: la Facultad de Ciencias, el Instituto de matemáticas y la Sociedad Matemática Mexicana. Y lo que es importante, de la docencia y la investigación en matemáticas, que ahora ya son capaces de subsistir, sin interrupciones y sin desviaciones."

Y tampoco podemos negar que lo que ha sido posible, por lo que las matemáticas dejaron de ser diletancia u ocupación de gabinete, si las matemáticas en México adquirieron el carácter institucional que ahora tienen, fue gracias al trabajo inagotable, a las gestiones interminables que, sinceramente, sólo Nápoles Gándara podía haber sido capaz de hacer. Otros fueron capaces de formar matemáticos, de publicar teorías y teoremas originales, de difundir las matemáticas. Sin embargo, ninguna de allas habría sido posible sin esa labor, que hoy tiene poco reconocimiento, de ir armando, piedra a piedra, la morada en que hoy habitamos.


Santiago Ramírez escribió esta semblanza para el Congreso de Aguascalientes, al que no pudo asistir porque cayó enfermo. Por desgracia su enfermedad era mucho más seria de lo que nos imaginamos, y Santiago murió el 14 de noviembre. Sentimos mucho su ausencia. Descanse en paz.



Carta Informativa SMM

Núm 15

Noviembre 1997

Pag. 4 y 5

Pensamientos de Alfonso Nápoles Gándara

"El razonamiento es un ejercicio intelectual que se hace y deja huella"


Alfonso Nápoles