Humberto Cárdenas
Director del Instituto de 1972 a 1984
Yo me referiré al período del Instituto de 1972 a 1984. Un Instituto son sus investigadores, ellos son los que le dan forma, cada investigador que se incorpora lo va modificando. El período al que me refiero fue de gran crecimiento, ya que al principio contábamos con 16 investigadores y al término con 50. Este rápido crecimiento modificó fuertemente al Instituto.
Yo distingo tres etapas: la primera etapa fue cuando empecé en 1972, en donde los investigadores eran el Dr. Roberto Vázquez, el Dr. Félix Recillas, Rodolfo Morales, después de éstos, un poco más jóvenes, estaban Gonzalo Zubieta, Emilio Lluis, Humberto Cárdenas, y se habían incorporado también otrs más jóvenes como Francisco Raggi, Alejandro Odgers, Santiago López de Medrano, Fico, Alejandro Bravo, Raymundo Bautista, Ángel Carrillo, Sevín Recillas, Francisco Tomás y Graciela Salicrup. Éste era el Instituto en 1972. Para mí sería muy difícil caracterizarlo, decir que ntenía tales características propias, pero al oir los nombres de todas estas personas que conocen, ya pueden imaginarse cómo era. Las podemos imaginar en la torre de Ciencias, en el sexto y séptimo pisos. La torre ve al poniente y al oriente, al poniente se ve la Rectoría y al oriente la facultad de Medicina. Uno de los recuerdos que yo tengo es que en la parte poniente en la tarde hacía mucho calor, otro recuerdo de esa época es que teníamos un salón como de café o de té, donde se reunían todas las tardes los investigadores. Se llamaba la hora del té, en la cual participaban casi todos. Recuerdo que Santiago López de Medrano tocaba la flauta, era un grupo muy reducido y entonces había mucha comunicación. Éste era el primer grupo del Instituto.
Poco después hubo un crecimiento grande, se incorporaron muchos investigadores, lo que hizo cambiar el aspecto del Instituto. Entraron personas mucho más jóvenes: Alejandro Montes, Miguel Lara, Alejandro Díaz Barriga, Ana Irene Ramírez Galarza, Arturo Ramírez, Hugo Arizmendi, María Emilia Caballero, Robeto Martínez Villa, Zenaida Ramos, Pepe Ríos, Egar Becerra, Xavier Gómez-Mont, Carlos Bosch, Carlos Hernández, Carlos Prieto y Adalberto García Maynez. Esto modificó totalmente la eficiencia del Instituto, de un Instituto que tenía 15 investigadores a uno que tenía ya 25 o 30, ¡era un Instituto más!
A esto se agregó que por esas fechas, en 1977, nos cambiamos a este lugar. Graciela Salicrup fue una de las impulsoras para que se construyera este nuevo Instituto.
Olvidé un nombre muy importante en la primera lista, Guillermo Torres Díaz, nuestro queridísimo maestro. Si quieren ustedes una anécdota, en su clase de ecuaciones diferenciales nos enseñó toda la topología que se enseñaba en la Facultad de Ciencias. Nos dió las ecuaciones diferenciales y después nos enseñó geometría algebraica, combinatoria y topología de conjuntos en una sola clase.
Como les decía, cambió el aspecto del Instituto porque nos cambiamos aquí, era un Instituto diferente, entonces había aproximadamente 30 becarios en el Instituto y como 25 en el extranjero, doctorándose. Aquí viene la tercera época del Instituto, cuando estos 25 terminan casi simultáneamente y es necesario incorporarlos. Se incorporan casi todos, que además eran personas ya familiarizadas con el ambiente internacional y que nos dan al final del 84 otro nuevo Instituto.
¿Qué otros recuerdos de ese entonces? Bueno, pero esto no es de cuando yo era director, sino de cuando era estudiante de la Facultad de Ciencias. Nuestros maestros eran Vázquez y Barajas. Ambos habían traducido al español el libro de Van den Varden para usar en el curso de álgebra moderna. No sé si hayan visto ustedes alguna vez esa traducción. Era al final de la guerra, como en 1945, cuando se permitía copiar cualquier libro alemán. Otro recuerdo es que entonces el Dr. Recillas me dio a leer un libro de Emil Artin, de teoría de Galois. De alguna forma, también nuestros maestros nos pusieron en comunicación con los Bourbaki, cuando estábamos en la Facultad de Ciencias, entonces tuvimos la oportunidad de conocer esos libros que resumían gran parte d