El decreto para la creación de la Escuela de Altos Estudios se dio en abril de 1910; quedó dividida en tres secciones y la segunda incluía las ciencias exactas, la física y las ciencias naturales. En 1917 esta segunda sección se redujo a Sección de ciencias exactas se ofrecieron sólo cursos aislados de matemáticas.
Antonio Caso (1883-1946) emprendió una cruzada en los periódicos para lograr que se crearan, “como en Francia” dos facultades: una Facultad de Letras y otra de Ciencias. En la Facultad de Ciencias debían estudiarse física, biología y matemáticas. Remarcó que para la creación de esta Facultad era necesaria una inversión considerable y que la ciencia mexicana existía “a pesar de que el Estado no la favorece”. En defensa de la Facultad de Letras, que estaría encargada de los estudios superiores de Humanidades, arguyó “sin alfabeto no hay democracia ni es concebible que se produzca”.
En 1925, “la Escuela de Altos Estudios se transforma en la Facultad de Filosofía y Letras sin cambiar nada lo relativo a ciencias.”(ibid) Hasta ese año, en dicha Escuela sólo se habían impartido cuatro cursos no curriculares de matemáticas a cargo de Sotero Prieto, Juan Mancilla y Río, Luis Espino y Daniel Castañeda; la formación de todos ellos era en gran medida autodidacta.
En 1929, al reestructurarse la Universidad, se creó en la Facultad de Filosofía y Letras la Sección de Ciencias que otorgaba los grados académicos de Maestro y Doctor en Ciencias Exactas a quien siguiera los planes de estudio respectivos. Ricardo Monges López (1886-1983) recuerda:
“La reforma empezó a regir en 1930…se impartieron algunos cursos…pero nadie completó los estudios.” (ibid)
Sotero Prieto Rodríguez (1884-1935) fue el primero en la Universidad Nacional que tomó conciencia de la importancia de impulsar el estudio de las matemáticas superiores y la investigación en matemáticas y física. Entre 1912 y 1916, en la Escuela Nacional Preparatoria, Sotero Prieto tuvo como alumno a Manuel Sandoval Vallarta (1899-1977); después, en la Escuela de Altos Estudios y en la Nacional de Ingenieros formó a Alfonso Nápoles Gándara (1897-1992), a Nabor Carrillo Flores (1911-1967), a Carlos Graef
Fernández (1911-1988) y a Alberto Barajas Celis (1913-2004). En 1932, en la Sociedad Científica Antonio Alzate fundó, con el concurso de otros profesores, el Seminario de Física y Matemáticas que se volvió punto de reunión del incipiente grupo de jóvenes entusiastas de las matemáticas. En las Memorias de esta sociedad científica publicó sus trabajos matemáticos y artículos de divulgación.
En la fundación de ese seminario participó Nápoles Gándara, quien había regresado de una estancia en el
Massachusetts Institute of Technology (MIT) para hacer estudios especializados de septiembre de 1930 a enero de 1932; allí aprobó con las más altas calificaciones 14 cursos semestrales. En 1932 Nápoles Gándara inició en la Facultad de Filosofía los cursos de matemáticas superiores a los que llegaron en 1933 Alberto Barajas y Carlos Graef. Ellos siempre se declararon en deuda con Sotero Prieto, Nápoles Gándara y Mariano Hernández, aunque otra influencia importante fue la de Manuel Sandoval Vallarta, quien era profesor del MIT y todos los veranos venía desde Boston para compartir sus conocimientos con sus colegas mexicanos, y tiempo después gestionaría una beca para Graef en esa institución.
Para 1934, ya con plena autonomía, “la Universidad sufrió una nueva organización, se crearon dos Facultades, la de Ciencias Médicas y Biológicas reuniendo las Escuelas de Medicina y Odontología con el Departamento de Biología de la Facultad de Filosofía, y la de Ciencias Físicas y Matemáticas agrupando las Escuelas de Ingeniería y de Química con los departamentos de Matemáticas y de Física de la misma Facultad.”(ibid)
En los cinco ciclos de que constaban los estudios había un profesor titular y uno suplente:1º Ing. Mariano Hernández, suplente Alfonso Nápoles Gándara; 2º Profr. Sotero Prieto, suplente Profr. Jorge Quijano, 3º
Arq. Adrián Giombini, suplente Ing. Octavio Bustamante; 4º Ing. Teófilo Flores, suplente Ing. José G. Aguilera; 5º Ing. Basiliso Romo, suplente Ing. Alfredo Baños Jr. Había más de 10 alumnos inscritos. (Archivo Histórico de la Facultad de Ciencias) Ese mismo año, a instancias de Nápoles Gándara, visita México Dirk J. Struik (1894-2000); sus conferencias “gustaron tanto que en la Rectoría (el Rector era Manuel Gómez Morín) se planeó la creación de una Escuela de Ciencias Físicas y Matemáticas que no estuviera en Filosofía y Letras, sino que tuviera cierta libertad y más asociación con la ingeniería y la química.” (Zepeda, 1999)
Durante la rectoría de Gómez Morín se diseña una nueva estructura de la Universidad, debiendo existir cuatro corporaciones integradas por varias facultades y escuelas. Entre ellas la Escuela de Física y Matemáticas cuya creación fue aprobada el 21 de enero de 1935. La Escuela inicia actividades el 1 de marzo de 1936 con autorización para otorgar grados académicos; el primer director fue el Director de la Facultad de Ingeniería, el Ing. Ignacio Avilés (lo sucedería el Ing. Ricardo Monges López) y los profesores fueron Carlos Graef, Alberto Barajas, Bruno Mascalzoni y Nabor Carrillo.
El 1 de diciembre de 1937, Monges López planteó al Rector Luis Chico Goerne la creación del Instituto de Investigaciones Físicas y Matemáticas, que inicia actividades el 1 de febrero de 1938 bajo la dirección del Dr. Alfredo Baños (1905-1994), doctorado en Física por el MIT.
J. Bracho et al., “Matemáticas”, La UNAM por México, ed. Lourdes M.
Chehaibar Náder, UNAM, México 2010, 893 - 928.