Con las matemáticas no pueden tomarte el pelo, sabes cuando alguien habla sin entender y del mismo modo tú no puedes engañar a nadie. Al hacer matemáticas uno se expone mucho, se desnuda. Es como en la poesía. Un poeta se desgarra el alma —y se la tiene que desgarrar para esperar que el lector medio se aproxime a su sentir—, es tocar a otro ser humano profundamente, y las matemáticas son un camino para lograrlo.”


Javier Bracho