"Ese prejuicio (de que las matemáticas son aburridas, frías y complejas) viene de la casa. Los niños aprenden desde muy pequeños que las matemáticas son difíciles, feas, frías y otras linduras de ese tipo y en general es cierto, porque así se enseñan las matemáticas, no que sean intrínsecamente aburridas, pero así se enseñan en muchas ocasiones."