Por Tania Robles
Carlos Graef Fernández comenzó sus estudios en el Departamento de Ingeniería Civil de la Escuela Técnica Superior de Darmstadt, pero una crisis económica lo orilló a volver a su país natal e incorporarse a la Escuela Nacional de Ingenieros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y a la Sección de Matemáticas y Física de la Escuela Nacional de Ciencias Físicas y Matemáticas de la UNAM.
Su alto desempeño académico lo llevo a obtener una beca con la cual ingresó al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y obtuvo el grado de doctor especializado en física teórica. Para muchos, el MIT es hoy la mejor universidad en ciencias del mundo.
A los 27 años junto con S. Kusaka y Sandoval Vallarta, determinó la variación diurna de la intensidad de la radiación cósmica que llega verticalmente al ecuador geomagnético. Fue fundador de la División de Ciencias Básicas e Ingeniería de la Universidad Autónoma de México en la Unidad Iztapalapa.
Su investigación principal durante 24 años fue el desarrollo de la teoría de gravitación de Birkhoff, teoría cuya característica era una estructura mucho menos compleja matemáticamente que la de Albert Einstein, trabajó en colaboración con Alfredo Barajas, Manuel Sandoval Vallarta y el mismo Birkhoff. Este equipo abordó y resolvió problemas como: los principios de conservación en la teoría, el movimiento de dos cuerpos en interacción gravitacional, el campo gravitacional que produce un punto masa en movimiento arbitrario, los principios variacionales para el movimiento de los planetas, la expansión del Universo, el movimiento de una masa que aniquila su propio campo gravitacional, del potencial de un punto masa a las ecuaciones del campo, entre otros.
Graef Fernández además de ser un prodigioso de la ciencia, escribió varios ensayos que relacionan la ciencia y la cultura, un ejemplo de este es el ensayo “Mi discusión con Albert Einstein”, el cual relata su encuentro con este personaje.
“Graef” – le dijo amablemente Einstein - “usted nació rebelde. Le deseo mucha suerte. Hasta luego.” Fueron las palabras de Albert Einstein a Carlos Graef después de escuchar sus puntos de vista.
Albert Einstein compartió con él sus ideas sobre gravitación en 1944, mientras Graef se encontraba en la Universidad de Harvard impartiendo un curso de teoría de la relatividad y gravitación.