Cuando el doctor Javier Bracho, director del Instituto de Matemáticas, me pidió hacer un recuento sobre la historia del Instituto, lo primero que vino a mi mente fue: “¿Y yo por qué?” E inmediatamente me llegó una respuesta: es que “más sabe el diablo por viejo que por diablo”.
Y aunque no soy el más viejo, caí en cuenta de que habían pasado ya cincuenta años desde que puse el pie por primera vez en recintos universitarios. Mi padre me llevó a San Ildefonso a informarme sobre la inscripción a la Prepa. Todavía era la Prepa 1 y ahí me llevé mi primera sorpresa: mi padre me presentó nada menos que a Carlos Graef, que aún era profesor ahí. Luego de ello, mi padre y yo recordamos lo que Sotero Prieto –mi tío Sotero– decía: “Los tres cerebros más brillantes de México son Alberto Barajas, Nabor Carrillo y Carlos Graef ”. Fue entonces que empecé a conocer a los grandes que echaron a andar las matemáticas en México y fundaron este Instituto.
Instituto de Matemáticas de la UNAM a 70 años de su fundación