José Ignacio Bartolache (nacido en Guanajuato, México, 1738; muerto en México, 1790), matemáticas, astronomía, medicina. Estudió en México ayudado en su orfandad por diversas personas, entre otras Joaquín Velázquez de León. Abandonó por pobreza los estudios en el Colegio jesuita de San Ildefonso. Ingresó en el Colegio Pontificio Seminario para estudiar teología con una beca, pero fue expulsado por un ruidoso acto en que defendió la obra de Melchor Cano. Finalmente accedió a la Universidad para estudiar medicina y su paso por los cursos sirvió, al decir de sus contemporáneos, para introducir las obras de Hermann Boerhaave y otros y desterrar a Marcos José Salgado.
En 1766 obtuvo, en otro ruidoso acto, el título de bachiller. Revalidado éste por el Protomedicato, ejerció con fastidio la medicina mientras estudiaba otras ciencias. Entre 1767 y 1773, sustituyó varias veces a Joaquín Velázquez de León en la cátedra de matemáticas y logró publicar el primer cuaderno de un curso, Lecciones matemáticas (1769), de interés por contener la parte teórica y metodológica, que revela su formación moderna. En 1769 efectuó con José Antonio Alzate la observación del tránsito de Venus por el disco del Sol en las casas consistoriales, que se publicó el mismo año en una hoja suelta. En 1772 obtuvo el grado de doctor en medicina y poco después emprendió la publicación de un periódico médico: El Mercurio volante, que alcanzó 16 números, del 17 de octubre de 1722 al 10 de febrero de 1773. En él se contienen interesantes ensayos de medicina moderna; descripción de aparatos como el barómetro y el termómetro; un extenso tratado sobre la bebida mexicana conocida como «pulque»; un ensayo sobre el mal histérico con motivo de un conflicto con las monjas de México y Puebla; la traducción de una memoria sobre la vida sana del médico italiano Luigi Cornaro y un discurso anónimo sobre la importancia de la cirugía. Intentó Bartolache obtener varias cátedras en la Universidad, lo que no logró. Sólo la sustitución de la de prima de medicina y luego la propiedad de la de methodus medendi, a la que renunció por graves apuros económicos. En 1774 empezó a fabricar un medicamento que se usaba en Italia, las «pastillas marciales» o «fierro sutil»; a este fin redactó una instrucción para su uso, que tradujo en beneficio de los indios al náhuatl. Convocó, además, a unas sesiones públicas en que los miembros del Protomedicato se lanzaron contra el nuevo medicamento, que sin embargo siguió fabricándose. Hacia 1776 tuvo Bartolache que aceptar una plaza de oficial en la contaduría de la Casa de Moneda, cercado por sus acreedores. En 1777 lo nombró ensayador el virrey y ese mismo año recibió del rey, seguramente por el valimiento que Velázquez de León tenía con el ministro Gálvez, el nombramiento de apartador general del oro y plata del reino, con lo que su suerte cambió. Con motivo de una epidemia de viruela declarada en México en 1779, Bartolache envió un plan de diversos arbitrios para contenerla, con una mezcla de ideas arcaicas y modernas. Publicó, también en ese año, una Instrucción que puede servir para que se cure a los enfermos de las viruelas, en que insiste mucho, como en anteriores escritos suyos, en que se hagan esfuerzos por mantener buen ánimo en los enfermos. Fue partidario de la inoculación, lo que se sabe por el dictamen favorable al libro del médico francés Esteban Morel sobre el tema. Apoyó experimentos sobre diversos aparatos, como uno para apagar incendios. El final de sus días lo dedicó a la redacción de un libro sobre el culto a la Virgen de Guadalupe, de corte tan ilustrado que le valió mucha incomprensión y el epíteto de irreligioso.
Bibliografía. I. Fuentes. Lecciones matemáticas que en la Real y Pontificia Universidad de México dictaba don..., México, Biblioteca Mexicana, 1769. Mercurio volante, con noticias importantes y curiosas sobre varios asuntos de física y medicina, 16 números, México, Felipe de Zúñiga y Ontiveros, 1771-1773; se trata del primer periódico médico de América y es importante para el conocimiento de la situación de las ciencias en el siglo XVIII mexicano. Instrucción para el buen uso de las pastillas marciales o fierro sutil (s. p. i.), 1774. Instrucción que puede servir para que se cure a los enfermos de las viruelas epidémicas que ahora se padecen en México desde fines del estío en el año corriente de 1779, México, Felipé de Zúñiga y Ontiveros, 1779.
II. Literatura secundaria. Francisco de la Maza, Los exámenes universitarios del doctor José Ignacio Bartolache, México, Imprenta Universitaria, 1948; publica los expedientes de obtención de grados de Bartolache y da un breve panorama de la vida, obra y tiempo del autor. Francisco Fernández del Castillo, 'La inquieta vida del doctor Bartolache', El médico (marzo-abril 1957), 46-56, 58-62, estudio biográfico y análisis de la obra de Bartolache; es el mejor trabajo publicado sobre el personaje, por la cantidad de información que logró allegarse. María de Lourdes Ibarra, José Ignacio Bartolache, La Ilustración en Nueva España, México, Universidad Iberoamericana, 1976, tesis; trabajo de carácter general sobre el proceso ilustrado novohispano y la participación de Bartolache en él; incluye información nueva sobre la relación del médico con la Universidad. Ramón Sánchez Flores, 'José Ignacio Bartolache. El sabio humanista a través de sus bienes, sus libros e instrumentos de trabajo', Boletín del Archivo General de la Nación, 13 (1972-1973), 187-216; publica el expediente del intestado de Bartolache con la lista de su biblioteca.»
(Roberto Moreno, en José M. López Piñero & alii, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, Ediciones Península, Barcelona 1983, vol. I, págs. 104-105.)