José Ignacio Bartolache y Díaz de Posada (1739-1790).
Médico. Nació en Guanajuato, de familia muy humilde fue recogido por un protector anónimo que le ayudó en sus estudios hasta que perdido su favor hubo de buscar por sí mismo el medio de vida. Fue bibliotecario del seminario y más tarde entró de preceptor y profesor en la familia del catedrático de matemáticas de la universidad, Joaquín Velázquez de León. En 1764 ingresó en la Facultad de Medicina cursando sus estudios hasta 1766 en que obtuvo el grado de bachiller y en 1772 el de licenciado y doctor con una tesis sobre el primer aforismo de Hipócrates: Vita brevis, Ars longa, impresa por Felipe de Zúñiga ese mismo año.
Durante sus estudios médicos sirvió como profesor de matemáticas en la universidad, por ausencia de su protector, con éxito notorio, a tal punto que cuadruplicó el número de los alumnos. Con este motivo redactó unos apuntes de sus clases que publicó más tarde con el título de Lecciones matemáticas... (México 1769). Tienen el enorme interés de que apartándose del pensamiento reinante y oficial se declaró defensor ardiente de las ideas de Descartes. Recién doctorado en medicina emprendió la publicación del famoso El Mercurio Volante (México 1772), primera revista médica editada en América, donde se intenta una renovación completa de la medicina en Nueva España. Fue sin embargo una empresa ruinosa y Bartolache, no obstante haber logrado una obra valiosa, terminó embargado. Fue catedrático sustituto de prima de medicina y de matemáticas en siete ocasiones, teniendo una violenta disputa documental con el protomédico y decano de la Facultad de Medicina José Tomás García del Valle sobre la forma como esta última cátedra debía de proveerse. En 1774 tuvo la habilidad de saber preparar unas pastillas férricas capaces de ser administradas con éxito por vía oral y con ese motivo publicó dos noticias anunciando su producto y sus excelencias, una en idioma mexicano titulada: Netemachtiliztli y la otra en castellano Noticia plausible para sanos y enfermos, las dos en México, 1774. En 1779, con motivo de la terrible epidemia de viruelas que asoló el país, el Ayuntamiento encargó a Bartolache de redactar una: Instrucción que puede servir para que se cure a los enfermos de las viruelas epidémicas que ahora se padecen en México... (México 1779), obra notabilísima por el buen sentido que impera en toda ella. Fue miebro de la Real Sociedad Bascongada de los Aamigos del País. Debido a su carácter violento y polemista, Bartolache acabó alejado de la enseñanza, cubierto de deudas, y empleado como ensayador de la Casa de Moneda.»
(Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México [1964], Editorial Porrúa, México 1995, sexta edición, tomo 1, pág. 390.)