HIPERBOLICO Y LOS MUNDOS
GERARDO HERNANDEZ
Juanjo, quien en documentos oficiales aparecía como Juan Jose Rivaud Morayta, tenía un rostro amable, pero la ocasional brusquedad de gestos y movimientos, en un cuerpo de esos que aparentan ser mas grandes de lo que en realidad son, acababa por inhibir a los extraños. Juanjo era de sonrisa fácil, de risa contagiosa, inusualmente cálido. Todos saben que amaba comer y beber, y que sus producciones culinarias eran deliciosas, pero yo creo que lo que mas gozaba era compartir la comida, en un ambiente de confianza, jolgorio y conversación viva.